Conociendo las caps del sonido PARTE IV

Los sonidos así como en el séptimo arte y como en los videojuegos, viven dirigidos a rehacer bienes concretos por la historia central del trabajo, su noción primordial, su idea esencial. Las capas de sonidos constantemente están definidos por esto: Borrar capas para elaborar tensión, añadir sonidos ligeros que no se muestren en la pantalla, formar coyunturas de sonidos dirigidas a destellar en algunos valores emocionales, peculiaridades conceptuales, rudimentos metafóricos, reseñas visuales, insinuaciones semánticas. Los sonidos aluden por sí solo y en relación, están todo el tiempo dirigidos a su ajustada dimensión, como ya se vio en los artículos anteriores.

Entonces, son necesariamente esas peculiaridades las que se creen responsables de las capas psicológicas, que se han acordado de constituir en tres grupos, fases o vías de deducción de capas o estrías psicológicas del sonido, acorralando un poco los modos de escucha usuales:

  • Percibir de manera causal, intentando comprender las causas de los sonidos dentro del ámbito de la obra. Qué se estaría viendo, que estaría pasando materialmente, y a raíz de ahí maquinar qué tipos de sonidos son los requeridos. Ya por ahí uno lograría imaginar que todo lo que se muestre y se presume que deba sonar, hay que añadirle sonido, pero eso difiere por ejemplo, existen escenas que deberían sonar pero en lugar de eso, permanecen sosegadas, eso es, por la decisión que tiene que agarrar la obra y no la razón habitual. Asemejar las capas de orígenes sonoros, deja así tomar una decisión de los distintos sonidos todo el tiempo dirigidos al ámbito en el que surgen.
  • Oír de manera semántica, indagando sobre significados viables a los sonidos. Sin tener lugar a dudas aquí se accede en el tema del diálogo, pero se cree que asimismo los efectos y la música tienen un papel esencial. La exploración del significado se alude tanto al potencial significado de los sonidos intrínsecamente en lo sensorial, pero conjuntamente y desde lo simbólico, lo que uno imagina, alucinado, etc. El sonido es semánticamente un componente realmente potente ya que logra abrirse como insignia a una cadena de variante anulación de significado y posterior resignificación. De esta forma, identificar las capas de significados de los sonidos, deja así tener claro lo que esos pretenden mencionar. Si la escucha usual os brinda información del contexto y las causas del sonido, la escucha semántica os incrementa las posibilidades de importancia de estos sonidos dentro de tales argumentos.
  • Oír de manera representativa, hallando no solo los procedimientos causales o semánticos, sino que aparte de todo ello, buscar las contingencias de representación del sonido y su devenir como imagen sonora. Esta escucha deja entonces observar potentes valores característicos, simbólicos y apasionados con los que se pueden representar a través del dato sonoro.

Estos efectos sonoros usualmente son una manera de comprender la secuela material de una reflexión psicológica del signo multi-dimensional del sonido. No obstante, concretamente los llamados ambientes o sonidos de fondo, poseen una atractivísima cabida de organizarse en capas más gustosas y variadas, espacios de fondo, sonidos indestructibles que crean ilusiones de ecos, repercusiones y supuestos espacios, reverberación y verberación.

Los que popular se conocen como ambientes sonoros son por lo corriente un arte que necesita una gran agudeza, dado que modifican absolutamente el drama, en tanto están de fondo, instintivos, impresionando sin coger protagonismo. Un experto del tema es Ren Klyce. Los films en las que ha laborado, especialmente las que ha hecho con David Fischer, son un apegado ejemplo de ello. En La Habitación del Pánico, por colocar otro ejemplo, yace por dondequiera la idea de encontrar variedad en el contexto, en el espacio y en la atmósfera, desde el sonido. ¿Cómo lo logra Klyce? A través de una orquestación de capas, como se enseña a continuidad, en el cual se expone las distintas capas y sus vínculos: Cualesquiera que están consignadas a crear tensión, un tono, una emoción. Otras concernientes a elementos impensados o visuales: El aire acondicionado, la reveberación del sitio. Otra para vigorizar potentes elementos, crear textura, y así continuamente.