Ramala también baila Techno

La DJ pionera en Ramala inicia una brillante carrera

Ramala, donde convergen religiones, culturas, la guerra y la “paz” que produce el entendimiento entre una población de unos 30.000 habitantes. Entre el cepia del paisaje y el entorno dominado por una tensa calma se va abriendo espacio el techno.

Sama Abdulhadi ha sido la DJ pionera en su región. Afirma con orgullo que actualmente hay 15 DJ en la ciudad, “tres de los cuales son mujeres”.

Nacida en 1991 en Amán, a los 16 años llevó a cabo su primera fiesta. Contaba solo con la complicidad de su hermano,  un equipo de altavoces y una pequeña mezcladora. Con esas mínimas herramientas sorprendió al grupo de adolescentes que asistieron al lugar.

Abdulhadi asegura que la primera prueba estuvo lejos de ser un éxito. “Bailaron algunos”, comenta, tratando de dibujar con palabras la confusión  en el lugar, la primera noche de techno en Ramala.

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La mezcladora, que le obsequió su padre, era como una pequeña caja de zapatos. Él también le dio los altavoces.  Los discos, uno de Tiësto, el otro de IIO, los había comprado su hermano en el extranjero. Así inició Sama la primera DJ palestina.

Nada tradicional

A los 16 organizó su primera fiesta en Ramala

Una adolescente tradicional de Ramala probablemente nunca se acercaría al mundo de la música electrónica y la mezcla de sonidos. Pero Sama nunca fue una niña común de Palestina. Ella usaba el cabello corto, vestía sudaderas anchas, jugó fútbol y trabajó desde los 13 años. Fue camarera en varios restaurantes y luego ponía música en bares.

Aún en la actualidad, asevera que sus gustos son diferentes a la mayoría de sus coterráneos. “La gente en Ramala ama las cosas psicodélicas. Yo, en cambio, ni siquiera puedo soportar media hora. Y luego necesito una siesta porque los kicks por todos lados y la velocidad de los BPM hacen que la música sea verdaderamente agotadora … el drum & bass y dubstep también son muy populares”, manifiesta.

En cuanto a la tendencia de su región, sostiene que no va con su estilo, por lo cual le genera poco interés, aunque  resalta que se trata de buena música. “Vengo del mundo clásico, así que realmente no me aventuro demasiado en el campo de la música árabe. Es un gran lenguaje musical, y lo admiro. Pero es demasiado rápido, demasiado complejo e imposible de resumir en un puñado de samples”.

(Leer: Una tarde con Sama, la DJ que trajo el techno a Palestina)

Al hablar de la tendencia de «electro-árabe», la define como una trampa exótica. “Honestamente, no quiero formar parte de eso”, puntualiza.

De Ramala para el mundo

La humildad caracteriza a la talentosa Sama.

Sama describe el ambiente electro de Ramala como algo pequeño. Hay media docena de lugares que albergan este tipo de fiestas. El máximo de asistentes es de unas 400 personas en estos eventos y todo termina antes de la medianoche. Los bares están en barrios poblados donde no se admite el ruido hasta amanecer.

“Debo señalar que esta pequeña escena solo existe en Ramala. En Hebrón, Nablus o incluso Jenin, no hay nada. Y ni siquiera hablemos de Gaza”, detalla.

La brillante joven inició con los discos que le llevó su hermano, videos de youtube y películas como “8 millas”. Sostiene que a los 19 años, al salir del país, supo que ni siquiera sabía pinchar.

Actualmente, Abdulhadi lleva una apretada agenda internacional y es apenas el inicio de su carrera profesional.

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