Icarus ya está disponible en el mercado

Tardó varios años en desarrollarse y meses en acabar de salir a la luz desde que se avisó como perentoria su llegada, pero supremamente está ya asequible el nuevo sintetizador Icarus.

Los sistemas wavetable viven encantando un gran interés en los creadores y verdaderamente a día de hoy brindan unos resultados bien llamativos para conseguir sonidos con enormes posibilidades de vida interior, y muy reactivos activamente a todo tipo de fuente de modulación que se desee utilizar, ya sea velocidad, aftertouch, ruedas, o las propias circundantes y LFOs, etc. Proyectarlos con sentido ha sido a través de años de trabajo, pero hoy en día los sistemas como Falcon de UVI (en su apartado wavetable) o este Icarus brindan tal cantidad de información en sus representaciones visuales de la acción de las wavetables que es un efecto mucho más ágil y productivo sacarles partido.

En el caso de Icarus, se mercantiliza con el eslogan de “3D wavetable synthesis”, en ese perpetuo cantar de los creadores que desea convencer de que hay algo absolutamente diferente y revolucionario en cada uno de sus nuevos productos. Las wavetables hoy son un estandar ya, y el agregado “3D” halla las equivalentes en diferentes productos, pero eso no le quita encanto a la propuesta de Tone 2. Los otros puntos de énfasis en su campaña de marketing son la cabida de resíntesis y la gran calidad pese a unos requisitos computacionales no estratosféricos.

La clave del ‘3D’ en las wavetables de Icarus es que asimismo de lograr moverse durante un sonido en la dimensión que camina el recreo de ondas/ciclos que constituyen la tabla de ondas, vive otra dimensión denominada “morphing”. Esa dimensión logra preferir entre 54 desiguales variantes de reforma de los ciclos básicos, variantes que contienen cosas como FM, PWM, formantes, distorsión de fase, sync, y que en ese sentido recuerdan potentemente a las cabidas que sobre las wavetables que consigue desplegar el motor de síntesis de UVI expuesto por Falcon. Juzgando por lo que ha logrado utilizar en Falcon (no se ha probado aún Icarus) positivamente resulta una mezcla bien interesante y que logra llevar con habilidad a hacer sonidos complicados y hondamente reactivos. La mezcla de los cambios en la única dimensión tradicional de las tablas de onda, más las que añaden estos otros tipos de modificación consigue impartir mucho movimiento a los sonidos.

Por su parte, la resíntesis accede a preferir un fichero de sonido cualquiera, que puede ser desde una nota aislada a una frase última, y crear una wavetable competente de dar un resultado al recorrerla cerca a ese original. Esa wavetable deja una vez hecha plegar y deformar el sonido original desde la fuerza de las “3D wavetables”. Asimismo es posible introducir o editar las wavetables, originales y producto de la resíntesis, tanto pintando o retocando ondas en el tiempo como precisando su contenido sombrío en anchura y en fase, lo que os lleva a lograr hacer una aproximación “agregada” seria.