Empleando diferentes tecnologías nuevas y una soltura de controles aún más mimética de la original, tanto el sonido como el manejo del nuevo XK-5 se pide como inmanente del mismo B-3. Aserciones de este tipo son una inmutable en cualquier rivalidad, pero de forma positiva hay recapitulaciones que contribuyen a demostraciones para una discrepancia cualitativa. Cuatro técnicas pendientes de afirmación de patente, entre las que es fundamentalmente encantadora la cual se llama ‘Hybrid multi key contact system‘.
Con las teclas del B-3 original, 9 conmutadores individuales obstruían la línea por la que el sonido de cada uno de los 9 elementos/tiradores poseía su salida. Eso daba sitio a que en función de la manera de acción sobre la tecla el inicio del sonido tuviese una entrada en acción sincrónica o mercantilizada de cada uno de esos resúmenes.
En XK-5 son tres los sensores concretos y cada uno de esos dispara 3 relaciones virtuales, creando en la práctica 9 intervalos distintos de entrada creciente del sonido de cada ‘drawbar’ en cada tecla.