Perdurar en el tiempo siendo DJ

Como resultado del avance tecnológico intuitivo, muchos Disc Jockeys han llegado a plantearse la gran interrogante sobre su remplazo a futuro.

La salida de Serato Pyro planta la incógnita sobre la posibilidad que tiene la tecnología de hacer que en algún momento cercano, se llegara a remplazar los DJs, y se cree que sí, aunque no del todo, pero sí de alguna manera, por más que años atrás no se creía ni la más mínima hipótesis de que esto podría llegar a ocurrir en el futuro.

Se cree que desarrollar este tipo de tecnología para remplazar a un DJ no tiene nada de lógica financiera, quizás si viene desde otro lado o como fusión de varias tecnologías, pueda generarla, comenzando por el desarrollador, quién tendría que invertir varios miles de dólares o millones, para luchar contra los DJs de 1 dólar y la piratería. Así que por este lado no hay rentabilidad.

Por segundo término se tiene que la  industria del hardware, que va de la mano del software, necesita consumidores, por ende, crear una maquina o un programa que haga el trabajo puede resultar innovador, pero al final de cuentas no se tiene a un responsable de pagar por sus productos si los consumidores han sido remplazados por “alguien” sin capacidad ni voluntad de compra.

En tercer lugar, una máquina no podría variar entre gustos de un público o saber que canción está de moda y pueda causar euforia en un público, o simplemente interactuar con ellos en una actuación “en vivo”.  Pero aunque las computadoras no sientan o tengan razón de ser, si analizan y calculan. Además no se dejan influenciar por elemento externos, como problemas personales, no consumirían ningún tipo de sustancia, licita o ilícita, no llegarían tarde ni definirían su set por sus gustos musicales personales. Tampoco tendrían en arrogante ego rock-star de algunos DJs que pueda malograr un evento.

Se sabe que existe un software identificativo que logra descifrar patrones de comportamiento y mucho más, por lo que cuyos datos podrían calcular la reacción de un público con cada canción, y el lugar de más tráfico del club. Entonces, conforme la tecnología de reconocimiento de comportamiento vaya  avanzando y se mezcle con otras tecnologías, puede que en un futuro medianamente lejano, podría ir apareciendo parte de este tipo de invención programática.

Por supuesto, se espera un aparato que vaya más allá que la composición de una computadora y simple música, por lo que habría que sumar cámaras de vídeo y quizás otros tipos de sensores, los cuales harían del proyecto algo más complejo, costoso y lo aleja de la realidad para los eventos móviles, pero no tanto para los clubs ya que muchos cuentan con sistemas de vigilancia.

Desde el punto de vista empresarial, la venta del producto no sería fructíferamente un negocio productor de ganancias, sino una renta, y así como los servicios domésticos, si no se paga a tiempo, se corta el servicio, lo que haría que los dueños de los clubs se encuentren obligados a pagar al “DJ” puntualmente. Además con un sistema de estos, el pago de los derechos de autor sería más justo, ya que habría pruebas de lo que realmente se está reproduciendo.

Se llega a la conclusión de que si puede existir la posibilidad de existencia del producto, pero no de un remplazo completo de los Djs del mundo, comenzando por la iniciativa de cada profesional, los gustos de cada público y la conveniencia de los factores productores, económicos y sociales.